«La ciencia se construye a partir de aproximaciones, que, gradualmente, se acercan a la verdad”.
Isaac Asimov
¿Quién escribió yo robot?
Yo, robot fue el primer libro escrito por Isaac Asimov en 1950, aunque en realidad, es una recopilación de nueve historias que están relacionadas entre sí, escritas para una revista.
No voy hacer spoiler, explicaré cada capítulo, haciendo un breve resumen y explicando las implicaciones que tiene cada uno en el relato general.
Este libro es muy interesante, porque fue la primera vez que enumeraba las tres leyes de la robótica que él mismo creó y que tan necesarias son a día de hoy.
Digamos, que fue el preludio para escribir toda la saga desde «La Fundación» hasta «La Saga Robótica», un libro tan pequeño, que ofrece todo un universo lleno de historias, planetas y personajes creado a través de las primeras narraciones de Yo, robot.
Se hizo una película de Yo, robot en el año 2004, pero poco o nada tiene que ver con el relato original.
¿Cuáles son las tres leyes de la robótica según Isaac Asimov?
Las Tres Leyes de la Robótica:
- Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes se oponen a la primera Ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la primera o la segunda Ley.
Yo, robot Resumen
¿Cuál es el tema principal de Yo robot?
Yo, robot es un libro narrado a través de las vivencias personales de la robopsicóloga Susan Calvin, relata sus historias personales contadas a una periodista, en ellos, podemos comprobar, cómo les va a dos prestigiosos ingenieros llamados Gregory Powell y Mike Donovan a través de situaciones delirantes, complicadas y con una pizca de humor en sus conversaciones y comprobaremos, cómo evolucionan los robots y la humanidad a lo largo de la historia.
I. Robbie
Robbie es uno de los primeros robots inteligentes creados en 1996, aunque es un robot que no tiene la capacidad de hablar.
Su función, es el de niñera, cuidará de una niña de 8 años llamada Gloria con la que pasará gran parte del día.
Gloria se encaprichará con el robot, queriéndolo incluso más que a sus propios padres y sufriendo una gran dependencia sobre el robot.
Sobre esta premisa, podemos comprobar, que no es muy distinto a lo que pasa hoy en día con los teléfonos inteligentes o las redes sociales, la gente depende de la tecnología para su felicidad, algo que deja patente Asimov en su primer capítulo, así como la fobia tanto de los padres como de la sociedad en general a las nuevas tecnologías.
II. Sentido giratorio
Damos un salto en el tiempo hasta el año 2051, donde en el planeta Mercurio, se encuentran dos ingenieros llamados Powell y Donovan con un grupo de robots, están en una misión para recolectar minerales.
El robot más caro, Speedy, se ha estropeado, le han ordenado que vaya a por selenio, pero se ha creado un bucle en su celebro positrónico y ha empezado a dar vueltas cerca del pozo de extracción y como ellos mismo dicen: «parece que este borracho».
El robot tiene un conflicto entre la Segunda y la Tercera ley de la robótica, tiene que obedecer la orden que le ha dado Donovan (segunda ley), pero no puede permitirse sufrir daño (tercera ley).
Como fue uno de los primeros robots inteligentes propiamente dichos, aún tenía conflictos entre las distintas leyes dependiendo del grado de firmeza que se le ordenasen.
Finalmente, consiguen arreglarlo, pero eso prefiero que lo leas.
Este capítulo, es interesante cara a la robótica y la automatización de las cosas, porque no sabemos cómo actuará un robot cuando dos órdenes se contradicen entre sí.
III. Razón
Nuestros queridos ingenieros Donovan y Powell son enviados a otra misión, esta vez en una estación espacial para revisar y automatizar la estación para que funcione por sí sola, pero se encuentran con una sorpresa.
El robot QT-1 (Cutie) se niega a obedecer las órdenes que le dan, pero no solo eso, niega que los humanos le hayan construido.
Este capítulo es de los más curiosos, porque pone de relieve el existencialismo visto por el propio robot.
El mismo robot dice: “Yo por mi parte existo, porque pienso”.
Prefiero dejaros que leáis como acaba esta historia en yo, robot; aunque la verdad, finaliza de una forma ingeniosa y pragmática.
IV. Atrapa esa liebre
Volvamos con Donovan y Powell, primero pasaron por Mercurio, luego por una estación internacional y ahora les toca ir a un asteroide (bonitas vacaciones).
En este caso, también se encontrarán con un problema con el robot que está al mando, el DV-5 (Dave), este robot no tiene problemas existencialistas, pero cuando no está vigilado por los humanos deja de trabajar.
Un gran problema, para una estación de extracción de minerales que tiene que ser automatizada.
V. Embustero
Volvamos con la robopsicóloga Susan Calvin, el robot RB-34 (Herbie para la doctora) es capaz de leer el pensamiento, pero hay algo más, le gusta mentir.
Podría parecer, que es un robot manipulador, pero en realidad, no es así, la primera ley de la robótica explica que un robot no debe dañar a un ser humano, por lo que, sí es capaz de leer la mente, lo único que hará, será decirnos lo que queremos escuchar, no la verdad (así somos los humanos).
Esto es así, para no herirte de una forma psicológica o sentimental.
Me parece un capitulo brillante, donde pone a prueba la primera ley y comprendemos las implicaciones que tiene para un robot con estas capacidades.
VI. Pequeño robot perdido
En un momento como el de hoy, donde cada día se habla más de robots asesinos, este capítulo tiene más relevancia, ya que narra lo acontecido a un robot, que solo se le ha asignado un parte de la primera ley de la robótica, es decir, sería capaz «de no ayudar a los humanos».
Los NS-2 (Nestor) fueron robots fabricados para uso militar, esta es la ley que se le introdujo:
“Ningún robot debe dañar a un ser humano”.
No se le aplico el resto de la ley, es decir, la de salvar a un ser humano por inanición o evitar que sufra daño.
Aunque el capítulo, cuenta más bien, como encontrarlo, puesto que se le ha dado la orden de “que se pierda”, muestra, lo preocupado que estaba por aquel entonces Isaac Asimov por el uso militar que se le podían dar a los robots, sino se aplicaban sus leyes robóticas al pie de la letra.
VII. Evasión
En este caso, nos toparemos con «Cerebro», un superordenador que puede hablar y razonar, pero no puede moverse, solo calcula datos.
Será el inventor de la primera nave, capaz de viajar a través del hiperespacio (maquinas creando maquinas), y serán Mike y Gregory (los ingenieros) los afortunados en viajar en ella y convertirse en los futuros Neil Armstrong de la nueva era.
VIII. La evidencia
Vamos ya con el antepenúltimo capitulo y uno de los más interesantes, ahora os pregunto ¿puede un robot ser alcalde?, bueno, y si cumpliese las tres leyes de la robótica ¿por qué no?
En teoría, debería ser mejor alcalde que un humano.
Ese fue el señor Byerley, el primer robot alcalde y muchos años después, coordinador mundial sin que nadie lo supiese.
Es una interesante historia, donde no solo pone de relieve, si en el futuro necesitaremos políticos o funcionarios, también es interesante, ver los tejemanejes de la política, por descubrir, si en Sr. Byerley es o no es un robot.
IX. un conflicto evitable
Seguimos con el Alcalde Byerley, pero esta vez, en el año 2052, en un mundo distinto y más avanzado, siendo él (o el robot) el Coordinador Mundial (algo parecido a Presidente de la Tierra).
La humanidad ha dejado su futuro en manos de cuatro superordenadores que controlan la producción mundial en las diferentes regiones del planeta, pero están cometiendo errores, os dejo con una de las frases que es bastante reveladora:
“Si una de las máquinas es imperfecta, tiene que reflejarse automáticamente en el resultado de las otras tres, puesto que cada una de ellas, asumirá su parte de los datos sobre los cuales basan sus decisiones, la perfección de la cuarta imperfecta. Con una falsa suposición, tienen que dar falsas respuestas”.
Os dejo con este último párrafo, para que leáis el libro de «Yo, robot» y averigüéis, como termina la entrevista con la robopsicóloga Susan Calvin.
«Lo he vivido desde el principio, cuando los robots no podían hablar, hasta el final, cuando se interpusieron entre la Humanidad y la Destrucción. Ya no veré nada más. Usted verá lo que viene ahora…
No volví a ver a Susan Calvin nunca más. Murió el mes pasado, a la edad de ochenta y dos años».
Opinión Yo, robot
Si bien, es uno de los primeros libros (o serie de relatos) que escribió Isaac Asimov, ya se podía vislumbrar el potencial que por aquel entonces desprendía su forma de escribir.
Podemos adentrarnos, en el principio de toda la saga, sabiendo como comenzó todo de una forma atractiva, no es un libro con muchas pretensiones, pero es interesante ver, como juega con las leyes de la robótica, para saber, cómo se perfeccionaron a lo largo de las siguientes historias que escribió.
Me atrevería a decir, que, sin «Yo, robot», Asimov nunca hubiese podido escribir los siguientes libros y estoy seguro, de que más de una vez los releería, no por nostalgia, si no para cogerlos como base para sus siguientes historias.
Por lo que le damos un 8 de 10, es un libro corto pero intenso y que da pie a las historias posteriores de la saga robótica de Asimov.
Y a ti, ¿Te gustó la novela de Yo, robot?
¿Cuál fue el capítulo que más te impacto?
En los comentarios puedes dejarnos tu opinión.
Jehoshaphat! Amigos.
Lo que no entiendo, es a que viene el nombre de yo robot, no me cuadra mucho su significado.
La historia de yo robot me pareció muy interesante y también entretenida, el libro es ameno y fácil de leer, me gustó más que la película que sacaron.
Que buena la historia de yo robot, me gustó mucho, yo no la había leído, me parece más interesante que la peli.