Invictus Película (Crítica)
En la noche que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
le doy gracias al dios que fuere,
Por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias,
no he gemido, ni he llorado.
Bajo los golpes del destino,
mi cabeza ensangrentada jamás se ha postrado.
La película “Invictus” (Invencible) viene del nombre del poema escrito por William Ernest Henley en 1888 y que el presidente Mandela le regaló al capitán sud-africano François Pienaar.
Aunque en realidad, eso no fue así, lo que le dio a François fue “El hombre de la arena”, una parte de un discurso escrito por Theodore Roosvelt en 1910.
Aun así, el poema y el nombre de la película quedan perfectos para representar la historia de un hombre como Mandela y el triunfo de la selección sudafricana en 1995 en unos años tan convulsos para el país más meridional de África.
Invictus resumen e historia
Como es una película biográfica, vamos a adentrarnos en la historia de aquellos años.
Pese a que la segunda guerra mundial terminó en 1945, en sud-áfrica las cosas fueron muy distintas, existiendo un apartheid entre las personas negras y blancas, vivían en dos mundos separados dentro del mismo país, donde los negros prácticamente no tenían ninguna oportunidad ni derecho y a los que levantaban la voz se les encarcelaba, como era el caso de Nelson Mandela, que paso 27 años en la cárcel por estar en contra del régimen.
No fue hasta 1994, cuando todos los sud-africanos tuvieron derecho a voto, Nelson Mandela ganó, pero eso no le eximia de una gran responsabilidad.
Evidentemente, al haber pasado tantos años con el Apartheid, los negros buscarían venganza y los blancos tendrían miedo de los cambios, por fortuna, alguien tan inteligente como Mandela sabía que eso no acabaría en nada bueno y también sabía que el deporte une a la gente.
En la película, se puede descubrir como el nuevo Presidente intenta crear un país cohesionado pese a las dificultades que atraviesa y como intenta ganarse la simpatía de ambos bandos a través del rugby y de la copa que al año siguiente iba albergar su país.
También es cierto, que fue una proeza que el equipo de rugby sudafricano ganará ese año porque no eran favoritos y eso ayudó mucho a aumentar la cohesión social.
Reflexión final
Al margen de la victoria del equipo sud-africano, la reflexión de Invictus no es la de nunca rendirse, sino la de ser tú mismo y estar alineado con unos valores personales que te permitan mantenerte en los momentos de dificultad.
La película de Clint Eastwood es inspiradora en muchos sentidos y sabe tratar muy bien temas tan complicados y con tantos puntos de vista como es el racismo, las desigualdades sociales y el más difícil de todos, “el perdón”.
Mandela solo quería un país más justo para todos y supo entenderlo desde el primer momento, algo complicado teniendo en cuenta la situación del país e incluso su propia situación personal.
La película en sí misma me parece fantástica y nunca me canso de verla, la actuación de Morgan Freeman es fantástica, la verdad, es que no pudieron encontrar a un actor mejor para inmortalizar al Presidente Mandela, incluso la actuación de Matt Damon es buena como capitán de los springbok, con esa cara de no haber roto un plato.
Invictus es una película que todo el mundo debería de ver y de la que uno puede aprender mucho, es por ello que se lleva un 10 de 10.
Una película de autor, que juega muy buen con los tiempos y sabe expresar a la perfección sin sentimentalismos la dureza que tuvo que tener Nelson Mandela para reconstruir un país que estaba muerto.
Invictus himno nacional
Generalmente, dejo alguna partitura de la banda sonora de las películas, pero está vez os quiero dejar con el himno nacional de sud-áfrica, “Dios bendiga a África”.
Más allá de este lugar de ira y llantos,
acecha la oscuridad con su horror,
Y sin embargo la amenaza de los años me halla,
y me hallará sin temor.
Ya no importa cuán estrecho haya sido el camino,
ni cuantos castigos lleve mi espalda,
Soy el amo de mi destino,
Soy el capitán de mi alma.