Sucedió una noche (Crítica)
«¿Por qué no te quitas toda la ropa? Podrías detener a cuarenta coches».
Peter Warne (Clark Gable)
Sucedió una noche es una de esas películas que te engancha de principio a fin.
Estamos ante una película de romance y comedia realizada con unos diálogos y unas interpretaciones que consiguen hacerte disfrutar del auténtico cine.
Viendo esta película, por ejemplo, te das cuenta de como ha cambiado el cine (declive) de este género convirtiéndose, no en todos los casos, en mera estética pueril sin alma.
En este caso ver al pícaro «Clark Gable» conversando con «Claudette Colbert» con los gestos de sus caras, las conversaciones que tienen, las ocurrencias de la trama y todo bien elaborado y dirigido por el maestro «Frank Capra» es soberbio.
Como ejemplo el del autoestop, que solo con la conversación y los gestos ya te trinchas de risa ? .
Es una película que te va embelesando poco a poco gracias a los dos únicos actores protagonistas durante el transcurso de su insólita aventura.
Siempre que termino esta película, reflexiono en como ha cambiado el cine.
Como es posible que esta película de hace décadas no envejezca y me entretenga, y en cambio hoy en día se hagan películas de este género (comedia romántica) y sean una auténtica porquería sin alma.
Por eso cuando veo estas películas antiguas me doy cuenta que hay que valorarlas y aprovecharlas porque en muchas de ellas se encuentra un tipo de cine que hoy en día ya no se hace, un cine con pasión, con esfuerzo, de calidad y que no debemos olvidar.
Entre toda la película me quedo con la escena casi del final en la que están los dos, uno en cada cama y Peter (Clark Gable) le cuenta como sería la vida que le gustaría tener mientras ella le declara su amor y rompe a llorar.
Mi conclusión es que «Lo que sucedió una noche» es una de las películas que más me gustan de Clark Gable junto a «Lo que el viento se llevó».
Es más, la película fue un éxito, tanto que Frank Capra, Clark Gable y Claudette Colbert se llevaron los premios Oscar a «Mejor Director», «Mejor Actor y mejor Actriz», respectivamente.
Y por supuesto, ganó el Oscar a «Mejor película» en la Gala de 1935.
La recomiendo sin duda a cualquiera que le guste el cine clásico y la comedia y no la haya visto aún.
La película es divertidísima y no te aburre para nada, por lo que se lleva un 8 de 10.
«Una vez vi una isla en el pacífico, no he olvidado aquel sitio, la llevaría allí conmigo. Pero tendría que ser una mujer a la que le gustase saltar y jugar entre las olas, a mi lado. Durante la noche identificados con el agua y la luna, formando parte de algo grande y maravilloso. Ahí es donde se puede vivir, donde las estrellas están tan cerca de una que puedes alcanzarlas con las manos».
Dinos, ¿Cuánto te hizo reír lo que sucedió aquella noche? ¿Cómo valoras la interpretación de Clark Gable?
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