Recuerdos del ayer (Crítica)

Recuerdos del ayer (Crítica especial)

«A veces, sólo vemos las cosas cuando estamos preparados para verlas».

Taeko Okajima
Título original: Recuerdos del ayer – おもひでぽろぽろ (Omohide Poro Poro) –  Los recuerdos no se olvidan.
Estudio: Studio Ghibli
Año: 1991
País: Japón
Director: Isao Takahata
Música: Michio Mamiya
Reparto: Taeko Okajima, Toshio, Naoko, Tsuneko Tani y Shuji Hirota.
Género: Anime, aventuras.
Sinopsis: Taeko Okajima pide un permiso para irse de vacaciones a Yamagata donde pasaba los veranos de pequeña.
Allí empezará a enlazar sus recuerdos de cuando tenía 10 años y su vida cambiará para siempre.

Recuerdos del ayer es una de las mejores películas del Studio Ghibli y una de las más olvidadas.

Siempre se habla mucho de Hayao Miyazaki, pero, el verdadero genio es Isao Tahakata.

Puede que a Miyazaki se le dé bien hacer películas más infantiles y coloridas.

Pero Takahata le imprime mucha personalidad a sus personajes y un sentimiento a sus historias que consiguen emocionar al espectador.

La película está basada en el manga «Los recuerdos no se olvidan» de Hotaru Okamoto y Yuko Tone.

Recuerdos del ayer análisis argumento

«Recuerdos del ayer» trata sobre cómo el pasado predispone nuestro futuro.

Pero además tiene muchos elementos culturales de interés muy importantes.

La película retracta perfectamente el Japón de la época de los 60 y como evoluciono hasta los 80.

Lo curioso, es que para un español como yo, uno ve reflejado al mismo tiempo su cultura e incluso se da cuenta de que algunas cosas no han cambiado tanto.

Lo digo, porque esa percepción de que la cultura japonesa es muy distinta a la nuestra no es tal, cuando ves obras como “Recuerdos del ayer”.

Yo soy más joven, pero sí que recuerdo que mi madre me contaba historias como las que le podían pasar a Taeko.

Me resulta curiosa la escena de la piña, pero también sé qué hace 60 años la gente no podía comer cosas exóticas o fuera de temporada.

Taeko y la piña
Cuando una piña se convierte en algo exótico.

También creo, que cualquiera puede ver reflejada su vida en el colegio.

La única escena que me resulto curiosa fue cuando debaten las normas del colegio en clase, eso aquí en España sería impensable.

Como hombre que soy, también me ha resultado curioso, como una niña tiene que lidiar cuando le viene “la regla” y como de brutos somos los chicos a ciertas edades.

En realidad, es algo que un hombre nunca piensa y que es algo vergonzoso para una chica tan joven.

La historia de cómo se hace el carmín para el maquillaje me ha parecido muy interesante, ya que aquí en España no se produce.

Me resulta muy curioso, todo el procedimiento de la recolección de las flores y el trabajo que da, para luego hacer la materia prima para un pintalabios.

Me gusta que hayan querido reflejar la vida del campo y como se habla de ella, se nota que Takahata se ha criado allí, por la pasión en la Toshio habla de la agricultura y de la naturaleza.

Yo también me he criado en el campo y me he sentido muy identificado.

¿Cómo puedo un rojo tan vivo salir de esta flor tan amarilla?

Mi cuñada Kiyoko me contó una leyenda muy triste.

Antiguamente las chicas no cosechaban con guantes de goma, sino que lo hacían con las manos desnudas y se pinchaban con las espinas.

Se dice que era de su sangre de donde salía el carmín de las flores. Incluso me pareció escuchar el eco de sus voces llenas de resentimiento hacia las elegantes chicas de la ciudad porque ellas jamás llegarían a pintarse sus labios con aquel rojo carmín.

Para conseguir un puñado de carmín son necesarias 60 cabezas de flores, en aquellos tiempos, ese color rojo tan deslumbrante valía lo mismo que el oro.

Película recuerdos del ayer Crítica

Que se piense en la agricultura ecológica (recordemos que la película se hizo en el 91) o que se ponga énfasis en el éxodo de la gente de los pueblos a las ciudades.

Es algo, que ocurrió en Japón hace unos 40 años y en España lo vivimos desde hace unos 20, con el mal llamado “La España vacía”.

Otra de las cosas que me ha llamado poderosamente la atención, es ver que los japoneses usaban los típicos tapetes que se ponían encima de la tele, como hacíamos los españoles, aunque nosotros solíamos poner una sevillana y ellos tenían una bailarina.

Final

Y llegamos al final del film, donde Taeko se dará cuenta de lo feliz que ha sido en el campo estos días y que no quiere volver a la ciudad.

Final de Recuerdos del ayer

Vemos como los recuerdos del pasado, han servido para forjar su futuro y vivir una vida feliz junto a Toshio.

«Las larvas tienen que cambiar para convertirse en mariposas. Yo no quería cambiar… Tal vez esté recordando todo esto porque ha vuelto a llegarme la hora de cambiar».

Taeko Okajima

Recuerdos del ayer Crítica

Recuerdos del ayer es una obra maestra de la animación, tanto a nivel visual como en cuanto a guion.

Las animaciones son de un nivel excelente y las facciones de los personajes y los paisajes están a un nivel muy alto.

Las historias de la niña Taeko Okajima son simples, es una niña normal con una vida corriente, pero aun así te atrapan porque te ves identificada con ella al instante.

Y eso es lo mejor de la película, es una historia simple pero conmovedora, no porque ocurra nada extraordinario, sino porque de alguna manera te lleva a tu pasado a medida que va pasando la película.

Trasmite valores, sin la necesidad de tener que recurrir a que pase algo malo o impactante.

Vemos el cambio en la pequeña Taeko, con sus tonterías, sus caprichos y su forma de ser, que es el de una niña de 10 años, a como se convierte en mujer y decide ser feliz yéndose a vivir al campo, alejada de una vida que no le llena.

Desde Pasión por el cine le damos un 9 sobre 10.

Nota, calificación de la película
Tienes que verla

Gran segunda película del director Isao Takahata, como ya lo fue la primera, construyendo un guion simple pero emotivo y llevándonos un gran recuerdo de este conmovedor film.

No es una película apta para todos los públicos, diría que a partir de los 12 años un niño puede llegar a entenderla.

Música de recuerdos del ayer

Otra de las cosas que me ha sorprendido es la Banda sonora de Recuerdos del Ayer.

Utilizan muchas canciones folclóricas de otros países que encajan como un guante en la película.

“Cântec de Nunta” del cantante rumano Gheorghe Zamfir; “Dilmano Dilbero” una canción popular búlgara o “Stornelli” una canción típica italiana (de la Toscana).

Cantec de Nunta.

Y ahora dinos, ¿Qué te ha parecido Recuerdos del ayer?

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