Para este trabajo, Steven Spielberg ha elegido al director español Juan Antonio Bayona, al que lo veo un poco perdido en la saga jurásica.
En esta segunda parte, veo que han querido hacer un refrito de la segunda de Jurassic Park (1997), pero no se parecen en nada.
Llevarse los dinosaurios de la isla me parece un gran error, porque la gracia de las películas es que ocurrían en un espacio cerrado, esto provocaba la expectación de la gente y daba más juego para construir una historia que ahora se han cargado ellos solos.
Las escenas no son tan espectaculares por mucho ordenador que usen y el malo elegido, Ken Wheatley (Ted Levine), no tiene ni por asomo el carisma que tenía Pete Postlethwaite.
Bayona es un gran director, pero Jurassic World 2: El Reino Caído no me gustado nada, porque coge lo peor de la anterior y traslada la acción a un lugar que no le corresponde.