El Símbolo Perdido Reseña al libro de Dan Brown (novela)
“La aceptación generalizada de una idea, no es ninguna prueba de su validez”.
Siguiendo la estela al orden de los libros de Dan Brown, vamos a analizar el tercer libro de la serie El símbolo perdido.
Novela, de la que finalmente no se hizo la peli por motivos que luego esgrimiré, igualmente, recomiendo leerse el libro porque es bastante interesante, aunque cambia radicalmente el enfoque de las anteriores entregas, por lo que, si te gustan más los misterios eclesiásticos, quizás, El simbolo perdido, se te haga más pesado.
El símbolo perdido Resumen
Esta vez, el profesor Robert Langdon será engañado para dar una conferencia en la ciudad de Washington D.C., invitado por su amigo Peter Solomon.
Al llegar allí, recibirá una misteriosa llamada de un individuo que dice tener secuestrado a Peter y de que, Robert, debe encontrar la “escalera de caracol secreta” que alberga “el símbolo perdido”, una palabra escondida por los masones que fundaron Estados Unidos.
Y ahora, vamos a explicar un par de cosas.
Los masones
La francmasonería siempre ha estado ligada a todo tipo de especulaciones y es una sociedad bastante nueva en comparación a otras organizaciones parecidas que se repasan en los libros “Ángeles y Demonios” como «Los Illuminati» o «Los templarios» del “El Código Da Vinci”.
Estos nacieron a principios del siglo XVIII, concretamente, en 1717 en Inglaterra, aunque pronto se extendieron por el resto del continente europeo y América.
A diferencia de los anteriores, estos no se escondieron, es más, tienen sus propios templos y están a la vista de todos, sus miembros suelen ser bastante religiosos, eso no significa, que no haya ateos, pero su principal es virtud es el saber y consideran, que en los textos antiguos también hay mucha sabiduría.
Podríamos decir, que es un grupo selecto de personas inteligentes, que se reúnen para debatir sobre política, ciencia, historia o lo que se les antoje, tienen sus propias jerarquías y ritos, pero no se declaran como una religión.
Y aunque es verdad, que la mayoría de sus miembros son cristianos (y no judíos como suele decirse) cualquier persona “ilustrada” puede entrar en ellas.
Hasta aquí puedo deciros porque, sinceramente, no sé mucho más de ellos, en el libro se les describe bastante bien, pero no sé hasta qué punto lo que se dice de ellos es verdad o no.
¿A caso no sabéis que sois Dioses?
Según el libro, los masones dan a entender, que la biblia se entiende de manera incorrecta, que Dios no era algo que está por encima de nosotros, sino, que «nosotros», somos «Dioses»:
“Y Dios nos creó a su imagen y semejanza”.
Por lo que algunas de las esculturas y pinturas que se hicieron, representan a Washington y a inventores de la época como si Dioses griegos fueran.
Así que, en el Capitolio de los Estados Unidos, podemos encontrar, un fresco realizado por el italiano Constantino Brumidi donde junta a dioses romanos junto a personalidades de la época como Samuel Morse (inventor de la telegrafía), Cyrus McCormick (inventor de la segadora mecánica) o Robert Fulton (creador del barco a vapor).
Es decir, los humanos somos Dioses capaces de crear y hacer cosas extraordinarias.
Ordo ab Chao
En la novela, se nos describe que Peter Solomon es uno de los dirigentes más altos de la Logia de Washington, el posee el anillo del maestro y esta el grado 33, es decir, la jerarquía más elevada.
Posee un anillo con un águila bicéfala, alumbrada por una pirámide, el número 33 y la inscripción “Ordo ab Chao” que significa “Orden desde el Caos”.
La Fundación de Washington
Es curioso, que un país que acababa de nacer hace poco, decida crear su propia capital, pero así fue.
Los fundadores de Estados Unidos encomendaron ese trabajo al arquitecto francés Pierre Charles L’Enfant, que diseño donde irían los edificios como La Casa Blanca o El Congreso.
Los fundadores de la nación, eran conocidos masones como George Washington (el primer presidente americano) o Benjamín Franklin y todos los nuevos edificios seguían un ritual masón antes de su construcción.
Esto no es que me lo invente yo, es de sobra conocido y está documentado a que logias pertenecía cada uno de sus miembros.
El hombre tatuado
El principal antagonista, llamado Mal’akh, es un hombre corpulento y completamente tatuado a excepción de la coronilla.
Lo que él quiere, es que Robert Langdon descifre la pirámide masónica, por lo que junta las dos partes y le obliga a decirle lo que significa con la amenaza de matar a su amigo Peter Solomon.
También intentará acabar con la hermana de este, Katherine Solomon y su trabajo en ciencia noética que revolucionará el mundo.
Dicho personaje, está obsesionado con las artes oscuras, este le amputa la mano a Peter y le dibuja la mano de los misterios.
La mano de los misterios, fue creada por el alquimista Johann Isaac Hollandus en 1667, representa la apoteosis del hombre, es decir, la transformación del hombre en Dios.
Está representada por seis símbolos: La llave (que abre nuestro propio ser), la linterna (la luz interior del hombre), el sol (representa la creación), la estrella (simboliza la verdad), la corona (personifica el poder de la sabiduría) y en la palma hay un pez (la semilla que da origen a todos los secretos).
La pirámide masónica
Cuando Robert y Katherine se juntan, deciden unir las dos partes de la pirámide para descifrarla y salvar a Peter.
Al principio, hay una encriptación bastante sencilla, pero de ella, solo sacan un cumulo de palabras sin sentido.
En la otra parte de la pirámide, la de oro, pone “El Secreto está dentro de Su Orden”.
Y en la caja donde estaba guardada, hay una inscripción, 1514 A.D., en referencia al pintor alemán Alberto Durero.
Melancolía I
En el cuadro “Melancolía I” que grabó el pintor, aparece un cuadrado mágico (kubera kolam) con unos números.
Lo divertido de este cuadrado, es que la suma de todas las filas, columnas y diagonales da siempre 34.
Durero fue capaz incluso de hacer que el 15 y el 14 apareciesen juntos (en la esquina izquierda), dando a entender, el año que consiguió crearlo, aunque muchos dicen que hace referencia al año de la muerte de su madre, de ahí el nombre del cuadro.
Al ordenar las letras, dan con la palabra “Jeova Sanctus Unus”.
La Rosacruz
Una vez consiguen escapar de la CIA, el Deán Galloway, descubre que la pirámide tiene una especie de circumpunto, un punto dentro de un círculo, que es el antiguo símbolo del oro y del Dios Ra.
Cogiendo el anillo masónico de Peter (que guardaba Robert), lo une a la pirámide y esta se abre en forma de rosacruz.
Los rosacruces, podríamos decir, que son una organización anterior a los masones, unos pre-masones, fundados por el alemán Christian Rosenkreuz en 1407, aunque la vida de la organización fue efímera.
En la novela del símbolo perdido, se nos dice, que algunos de los mayores científicos pertenecieron a esta orden, cosa que es falsa porque se extinguió mucho antes de que estos nacieran.
Pero bueno, siguiendo el guion, al parecer Jeova Sanctus Unus son palabras intercambiables de un seudónimo, ¿adivináis quién es?
Isaacus Neutonnus
Si amigos, parece que nuestro amigo Dan Brown está obsesionado con él, aunque ya os adelanto, que Isaac Newton ni eran un rosacruz, ni era masón, más que nada, porque la primera organización ya no existía y la otra ni se había fundado cuando nació.
A todo esto, Katherine Solomon entiende que la pirámide ha de ser puesta en ebullición, concretamente, a 33 grados, con esto la pirámide revela una nueva frase.
El secreto está dentro de Su Orden Ocho de Franklin Square.
¿Cómo termina el símbolo perdido?
Y con esto nos vamos al final, Warrem Bellamy, el arquitecto del Capitolio, le dice a Mal’akh que le mostrará el número, pero solo si libera a Peter Solomon.
Estos vuelven a ser engañados, pensando que ya ha sido liberado y pretenden tenderle una trampa en la Plaza de Franklin Square, cerca de La Antigua Orden Arábiga de los Nobles del Santuario Místico (Shiners) o “Los iluminados” como se les suele llamar habitualmente.
Pero, en realidad, Mal’akh les está esperando en su casa, primero, mata al agente de la CIA que les acompaña y luego, mete a Robert Langdon en un tanque de perfluorocarbono oxigenado, es decir, una especie de líquido respirable que te permite mantenerte vivo.
Este le amenaza con que descifre el último enigma de la pirámide, una serie de símbolos que han aparecido en la base de la misma.
Langdon, consigue descifrarla en el último momento y nosotros pensamos que ha muerto.
El Cuadrado de Franklin de Orden Ocho
Benjamin Franklin, además de buen político, era científico e inventor y, al igual que Alberto Durero, este también invento un cuadrado mágico, llamado el Cuadrado de Orden Ocho.
Su cuadrado suma siempre 260 en horizontal y vertical (no así en diagonal), y Benjamín lo creo como pasatiempo al leer un libro francés donde se hacía lo mismo.
En el libro, se hace referencia, a que el cuadrado mágico que invento, sirve para descifrar los símbolos y así es.
Podemos ver, que la primera palabra es “HEREDOM”.
Hace referencia a “El Rito Escocés Antiguo y Aceptado”, viene del griego y significa “Casa Sagrada”, por lo que, tanto Robert, como Mal’akh, entienden que su ubicación hace referencia a “La Casa del Templo”, la logia masónica situada en Sixteen Street, 1733.
Zachary Solomon
Para más misterios, descubrimos que Mal’akh, en realidad, es Zachary Solomon y que engaño a su familia para hacerse pasar por muerto en la prisión turca, cuando se cansó de la vida que llevaba y se propuso robar la pirámide, se tatuó todo el cuerpo y buscó venganza contra su familia, especialmente contra su padre, que quiso dejarlo allí como castigo.
Finalmente, coacciona a su padre para que le diga “la palabra perdida”.
Peter Solomon le dice, que es el símbolo del circumpunto (un punto dentro de un circulo), este se lo pinta en su coronilla y emplaza a su padre para que lo mate en el altar.
Zachary, quiere ser sacrificado con el cuchillo de Akedá (en el que Abraham sacrificó a su hijo Isaac), por su propio padre, pensando que así, se convertirá en una especie de demonio.
En el último instante, Robert llega para coger a Peter, mientras el cristal de la claraboya del templo cede y miles de cristales caen encima de Zachary, desgarrando su piel.
Peter le acaricia la cabeza revelándole que le ha mentido sobre la palabra perdida y que un día le quiso, Zachary acaba muriendo.
¿Cuál es el símbolo perdido?
Pero el libro no acaba aquí, debido al trabajo hecho por el Profesor Langdon, Peter Solomon decide contarle la verdad.
La palabra perdida es “Laus Deo”, que en latín significa “Alabado sea Dios”.
Dicha palabra, se encuentra inscrita en el Monumento a Washington (el obelisco enfrente del Capitolio) en la cara este.
Laus Deo
Podríamos decir, que “Laus Deo” viene a decir “Alabado sea la humanidad”, o sea, nosotros mismos.
En el libro se nos explica, que la palabra Dios es en plural y que hace referencia a nosotros mismos, al hombre como un Dios creador, de ahí, que este en la cara este de la pirámide, para que le dé el Sol a la palabra cuando amanece, por ese motivo, en Washington no se pueden hacer edificios más altos que el “Monumento a Washington”.
Aquí ya entramos en discusiones morales, personalmente, no sé qué visión tienen los masones sobre “Dios”, por lo que, sería factible que lo que dice la novela de Dan Brown sea cierto.
La escuadra de cantero – L
El símbolo del oro – AU
La sigma griega – S
La delta griega – D
El mercurio de los alquimistas – E
El uróboros – O
“Lo que hacemos sólo para nosotros muere con nosotros, lo que hacemos por los demás y para el mundo permanece y es inmortal”.
Albert Pike
El símbolo perdido opinión
La verdad es, que el símbolo perdido pierde un poco la esencia de la saga de El Código Da Vinci, es decir, ya no se centra tanto en el misterio y la historia del pasado, es más bien un thriller o novela negra.
La novela sigue manteniendo los mismos esquemas de los anteriores, nos van contando la historia por partes hasta sorprendernos con un final inesperado, pero me ha gustado menos que las novelas anteriores.
Primero, porque el cambio de Europa a América se me hace menos interesante, es curioso, como los fundadores de la patria americana vivían entre tanto simbolismo, pero mucho de lo que se nos cuenta está demasiado exagerado o directamente es falso.
A quienes les gusta la historia como yo, ya habrá podido deducir por el análisis, que juntar a los masones, a los rosacruces, la CIA y a la ciencia, en un todo en uno, no casan demasiado bien.
Dan Brown coge ideas de aquí y allá para construir una narración muy vacía, y ya sé, que la historia de “Los Illuminati” o la de “Saint Real” es inventada o cogida de hipótesis y leyendas, pero al menos tenían sentido y estaban en parte documentadas.
En “El símbolo perdido”, simplemente ha cogido lo que ha querido o necesitado para ponerse a escribir.
Por ejemplo, ¿Cómo tenía la CIA el video de los masones hecho por Mal’akh si este no se lo había enviado a nadie?
Hasta el mismo se sorprende de que la CIA lo esté buscando.
O, ¿Para qué le vendan los ojos a Robert cuando va a mostrarle lo del símbolo perdido si sabe perfectamente que se encuentra en el Monumento a Washington?
Simplemente, el escritor busca crear misterio y añadir elementos que le ayuden en su libro, pero no explica nada.
El antagonista, en este caso, considero que no tiene un objetivo claro, ni bien definido, me sorprendió que fuese Zachary, el hijo de Peter Solomon, pero que su misión final sea tatuarse una palabra en la coronilla y utilizarse como sacrificio me parece ridículo.
¿Tanto esfuerzo y engaño para eso?
Me ha gustado el personaje del mal que representaba, pero esperaba algo mejor.
En definitiva, Dan Brown se centra más en crear una historia como las de siempre, pero pierde fuelle al documentarse peor y querer crear una narración más forzada.
Es un buen libro, pero más enfocado al suspense y a la novela negra que a lo que nos tiene acostumbrados.
También se me hace pesado el final del libro con tantas explicaciones moralistas y las implicaciones de la ciencia noética.
Al libro le damos un 7 de 10 y ahora explicaré porque no hay película del Símbolo Perdido.
¿Por qué se canceló la película el símbolo perdido?
El director, Ron Howard, junto con otros guionistas y el propio Dan Brown elaboraron un guion para realizar el film, pero ese borrador nunca se hizo realidad.
Sony Pictures nunca dio explicaciones sobre la cancelación de la película y simplemente dijeron que harían la adaptación del siguiente libro, “Inferno”.
Personalmente, puedo entenderlo.
El símbolo perdido no debe ser fácil de llevar a la gran pantalla, por cómo está construido, condensar la historia para que resulte atractiva para el espectador, debe ser complicado.
El malo (Zachary) es demasiado extraño, además, tatuarlo por completo y difuminar sus tatuajes debe ser un trabajo complicado, la ciencia noética no creo que sea interesante para mucha gente y el final, puede resultar muy difuso para muchas personas.
Así que creo, que no les convencería mucho el resultado final y decidieron aparcar el proyecto.
A decir verdad, creo que es lo más sensato, es mejor no hacer una mala adaptación de un libro solo por hacer dinero.
En el año 2021, se estrenó la serie del Símbolo Perdido con el actor Ashley Zukerman como Robert Langdon en Movistar +, pero ha tenido tan poco éxito que se ha cancelado la segunda temporada.
¿Qué es la ciencia noética?
La Ciencia noética se ha puesto de moda en los últimos años, y es algo que la ciencia ha estado estudiando.
Se basa en como nuestra forma de pensar puede hacer que las cosas cambien.
En el libro del Símbolo Perdido se habla de cosas como “el alma”, pero en realidad se trata más bien de psicología.
Por ejemplo, aquí en España, tenemos al Doctor Mario Alonso Puig que habla de los beneficios del “Mindfulness” y otras técnicas de meditación.
Podrías decir, que la Ciencia Noética, es poder cuantificar como de bien o mal pueden hacer nuestros pensamientos a nuestra propia salud mental o física.
Y ahora dinos, ¿Qué opinas del Símbolo Perdido? ¿Qué crees que hay de cierto en la palabra perdida?
En los comentarios puedes dejarnos tus propias impresiones o dudas.