Allá por el año 2000, Ridley Scott sorprendió con un film muy alejado de sus antiguos trabajos.
Aquella película se llamaba Gladiator, una mezcla entre acción, drama, historia y tragedia griega.
Gladiator nos narra la historia de Máximo Décimo Meridio un general romano que ha ido a batallar a Germania contra los bárbaros (así es como se llamaban los alemanes de la época).
Gladiator acaba cuando Cómodo descubre su plan para rescatar a Máximo.
Me gustaría nombrar a los cuatro actores principales con nombres históricos para aclarar algunas cosas.
Nunca he sido muy fan de Russell Crowe, pero he de decir que en Gladiator clava su papel.
“Me llamo Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejércitos del norte, general de las legiones Fénix, leal servidor del verdadero Emperador Marco Aurelio, padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada y alcanzaré mi venganza en esta vida u en la otra”.
Primero destacar el papel de Phoenix que me parece espectacular, sin él haciendo de antagonista la película no hubiese sido la misma.
Para mí la mejor actuación de su carrera, interpreta a un personaje roto, egoísta y maquiavélico a la perfección.
Me encantan los planos de cámara que emplea Ridley cuando quiere enfatizar una frase o un momento.
Fijaros como poco a poco se acerca la cámara a la cara de alguno de los protagonistas cuando va decir algo importante o va a expresar algún sentimiento.
La canción final esta cantada por Lisa Gerrard y se llamá “now we are free” (“ahora somos libres”), en referencia a la muerte de Máximo y su reencuentro con su familia en el más allá.