Mejor solo que mal acompañado Crítica Película

Mejor solo que mal acompañado (Crítica)

«¿Pretende herirme? Hágalo, si así se siente mejor. Soy un blanco fácil.

Tiene razón. Hablo demasiado. También escucho demasiado. Y puedo ser un cínico sin corazón como usted, pero no me gusta herir a los demás.

Piense lo que quiera de mí. No voy a cambiar, me gusto, le gusto a mi mujer, les gusto mucho a mis clientes. Porque la mercancía es genuina. Lo que ve, es lo que hay».

Realmente, dentro de los géneros de cine, la comedia no es uno de mis fuertes.

Me decanto más por el drama, la intriga, la acción o la ciencia ficción y digamos que «Mejor solo que mal acompañado» es mi excepción dentro de la comedia.

Mejor solo que mal acompañado Crítica

Nada que perder, para empezar, cuenta con un reparto maravilloso y me estoy refiriendo a Steve Martin y John Candy.

Sin duda, los dos juntos hacen una película inolvidable y emocionante.

El argumento es sencillo y cuenta las peripecias que pasan los dos personajes desde que se conocen hasta el final de la película con una relación de amor-odio entre los dos.

Steve Martin interpreta a «Neal Page» un estirado de buena clase social con el infortunio de cruzarse con el personaje de John Candy, el llamado «Del Griffith», un simpático hablador vendedor de cortinas que desquicia y acaba enajenando a Page.

En cuanto a la frase inicial de la película: «La desgracia le viene encima cuando se topa con Del Griffith (John Candy), un vendedor de cortinas para baños, bocazas e insoportable», yo opino lo siguiente:

Si se supone que esto es el epílogo de película, la persona que lo ha escrito seguramente no estaría muy lúcida e inspirada ese día, al igual que el título de la película que no tiene nada que ver con el título original en inglés (Planes, Trains and Automobiles) el cual es mucho más adecuado y conforme al sentido y la temática de la película.

Tanto el título, como la frase, no se está refiriendo que juntarse con Del Griffith es lo peor del mundo.

Es cierto que es muy charlatán, pero como bien dice su personaje él es tal como lo ves, una «mercancía genuina», transparente y honesto.

Aunque para Page, e incluso para muchos de nosotros, pensaríamos que es extravagante, en realidad, nos damos cuenta de que es un bonachón afable y altruista ante la gente que le importa.

En definitiva, es una persona con un «gran corazón».

Dejando eso claro, en cuanto al ritmo de la película, las ocurrencias que van aconteciendo, los diálogos y la química entre ambos es sobresaliente.

Mejor solo que mal acompañado, es una película que se te pasa volando.

El hecho de combinar dentro de la comedia ese toque de drama, le da ese plus que hace que la película te llegue más adentro y como bien sabéis, las buenas películas son siempre las que te tocan la fibra sensible, ya sea reír o llorar.

Por lo que le damos un 7 de 10.

Una película simple, que con poco consigue hacerte reír, sentir curiosidad por su viaje y sus vidas para luego emocionarte al final.

Final Mejor solo que mal acompañado

La banda sonora de «nada que perder» es muy característica y repetitiva a lo largo de la película, pero está muy bien y me gusta mucho.

Aquí pongo la parte final con su canción «Power to believe»,  la cual acompaña perfectamente (con la voz y el tono de la cantante) a la última escena que es la más sobrecogedora y emotiva de la película.

Por cierto, la casa que aparece al final es la misma que la del niño de «Solo en casa«.

Tampoco es mucha casualidad teniendo en cuenta que el productor y guionista, John Hughes, es el mismo que el de esta película.

Dinos, ¿Qué te ha parecido esta comedia? ¿Te atreverías a embarcarte en un viaje con Del Griffith?

Abajo en los comentarios puedes dejarnos tu opinión.